Su risa se oye a kilómetros y el dolor retumba en su interior. No se notó, que valor para pintar lo que nadie vió.
Un día más se transformó y que bien, volvió a salir el sol, seguimos, podemos, ya lo hemos hecho en otra ocasión. Pero la soledad conoce esa versión, la verdad a quién quiero engañar, los días más bonitos estuvieron llenos de nubes grises.
La chica sonriente que pelea con su mente.
La chica sonriente, que fuerte es, ojalá vieran algo más que la fachada, porque lo mejor de ella es lo que no se puede ver, decorada con colores, y vestida de recuerdos, recuerdos que esconde en su almohada.
La chica sonriente, la de los ojos brillantes, nada es tan gratificante como lograrlo por un instante.
Será que se olvidó como sonreír sin fingir, porque lo mejor era seguir, decir que lo iba a conseguir.
La chica sonriente quién tiene tanto en su interior, pero jamás saca el valor de soltarlo.
La chica que solo quiere dejar sus miedos, sentirlos y combatirlos.
La chica que siempre sabe escuchar pidiendo a gritos cuando le toca soltar.
La que siempre te podrá consolar.
La chica que tiene más tristezas que alegrías, la chica que se esfuerza en mejorar y lucha con la certeza de poderlo lograr.
La chica llena de nobleza que sólo tiene ganas de amar, de sentir paz. ¿Será que esta vez lo vas a alcanzar?
La chica que quiere sentir que la elijan.
La chica sonriente que espera algún día poder ser todo lo que piensan de ella.
La chica que quiere sentir que nunca más se van a ir.
La chica que espera recibir algo más que algún día quizás.
La chica sonriente que no puede más.
La chica que se olvidó de recoger los pedazos de su corazón y construyó un caparazón, para no dejar entrar el sol.
Dónde aprendió a amar la oscuridad, para que no la puedan dañar.
Un caparazón lleno de dibujos de los dos, lleno de sonrisas que parecen tan reales, que disfrazan los males.
Un caparazón donde se escucha en bucle esa canción.
La chica sonriente que le dice a su niña interior que aún queda algo más de valor, que no se rinda, porque habrá un día que su risa también haga eco en su corazón.
La chica que susurra que la vengan a abrazar.
La chica que necesita sentir que la cuidan de verdad.
La chica sonriente que siempre será especial aunque a veces sea frágil como el cristal.