Quizás nunca pueda dártelo, porque sobrevivir cada día, es una aventura en la que siempre me pierdo, en la que encuentro la casilla de salida pero nunca la meta. Que tortura saberme de memoria el camino de regreso a casa y que ya no seas tú mi hogar. No sabes lo que daría por cerrar los ojos y soñar eternamente. Puedo parecer una demente al decir que no me gusta esta vida, pero me quitó lo que más quería.
Siempre tengo tantas palabras en mi cabeza y contigo nunca sé cuáles son las idóneas.
Por eso a veces te abrazo y le hablo a mi alma porque quizás ya no tenga sentido hablar en voz alta.
Te juro que sigo gritando en silencio, por si algún eco llega a ese rincón oscuro donde has metido nuestros recuerdos. Por si olvidas así, las ganas de tenerlo tan claro. Porque para mí cada día es más oscuro sin tí.
No sabes cuánto amor hay aquí dentro, intento salir, porque me está matando pero es tanto, que en vez de desvanecerse, se ha repartido y ahora todo mi interior está lleno de tí.
Es tan duro mirarte y pensar en decirte lo que siento...pero luego vuelvo a fingir que así está todo bien, disfrazando el dolor con indiferencia. Duele, arde y en los silencios llorando conmigo, me duele aún más, porque no puedo avisar a nadie, porque para esto ya no hay consuelo, es tarde.
Me acompaña un dolor profundo desde hace meses, no me da tregua, apareció y después de tantas veces..ocupó un puesto inamovible.
Ya aprendí que bajarle la luna a quién no la observa no tiene sentido. Nunca has sabido conservar la luz...y eso que te di toda la que tenía. Te la llevaste y ya nada brilla, cargaste una pistola y yo te dije donde dispararla. Me has dejado sola.
Rompiste el principio de algo, destruíste mi cuento y ya no tendré mi "felices para siempre".
Creaste una niña llena de silencios repletos de sueños que, ya no dirá en voz alta.