martes, 6 de mayo de 2025

El principio de algo

Nadie te habla de esa sensación.
De esa que llega cuando porfin lo has logrado. 
Esa angustia de sentir si es real. 
Después de tanto dolor, cuando llegas a la meta, realmente no es el final, solo es el comienzo. El principio de algo. De algo que no has vivido. 
Que locura estar así. 
Sentimientos contradictorios.
Sentirte desprotegida, en peligro, alerta.
Preparando un largo camino lleno de calma y aceptación. Aceptar que... si, que merecemos esto que nos está pasando. 
Obligarte a cuidarte del miedo, ese que puede hacerte perder lo que has conseguido. 

Confiar, dejar de estar en una constante angustia. 

Jamás pensé que sentir plenitud me daría miedo. 
No quieres perder ese nuevo estado, en el que te sientes como levitando.

Mi corazón late más intenso pero más lento, es profundo, pero me calma... Enseñándome que la velocidad no era más amor, era dolor.
Pausaron mis latidos pero a veces llegan a toda de velocidad y no puedo controlarlo. 

Que increíble es sentir tanto y no encontrar la manera de hacerlo tangible, de convertirlo en palabras o en un gran argumento. 

Sentirme perdida siempre ha sido síntoma de una nueva oportunidad para encontrarme pero a veces te das cuenta que quizás debes perderte para siempre y construirte de nuevo, otra versión sin dolor. 

Y fue su amor quien me impulsó.
Son todas esas veces que él si me cuidó.
Fue aquella cena a juego con su mirada. 
Quizás las estrellas o todas esas noches escapando de todos y corriendo hacia ti. 
Tus abrazos y la sutileza con la que me acaricias. 

Y a veces pierdo fuerzas y leo esos mil mensajes destacados que me recuerdan porqué te dije que sí, que me recuerdan esas noches en tu sillón hablando de nuestra vida, todos esos intentos fallidos que hicieron esta historia tan real...

23 años. Ya, se lo que están pensando, pero les juro que yo también lo vi así y no recuerdo el día exacto en el que cambié de opinión porque esto se ha construido cada día que hemos pasado juntos. 
Quizás fue la manera en la que me río cuando él me mira o cuando siento que a él le late el corazón al mismo ritmo que el mío. 

Son todas esas cosas que nos hacen uno. Cómo una pieza que encaja sin forzarla. 
Aquella noche en la que me besaste, aquel día de playa, aquella primera cena, esos minutos fuera de tu casa, tus visitas al trabajo, que fueses quién me sacó del dolor...

Le quiero y jamás podré arrepentirme de vivir esto a su lado porque no hay persona que pueda darme ni una pequeña parte de lo que vivo cada día junto a él. 

Y soy más pequeña y es difícil y seguramente lo serán muchos días pero les juro que nunca sentí tantas ganas de que algo funcione, porque dentro de mí siempre será un sí. Sí a todo. 
Sí aunque seas cabezón ( a veces).
Sí aunque hablemos de lo mismo hasta que nos entendamos.
Sí porque solo hay motivos para quedarme.
No hay balanza, todo es bueno y lo que no lo convertimos para que lo sea. 

Peleemos hasta que no les quede otra manera que aceptar que querernos es solo un ejemplo de que si es posible.

Ya me di cuenta, la edad no era el problema. Lo era el frenar algo que estaba destinado a ser.
Eras tú y solo tenía que intentarlo para verlo. Y ahora está tan claro, las nubes grises se esfumaron y aunque hayan días nublados, estamos tranquilos, porque sabemos que siempre saldrá el sol.

Gracias por darme esa sensación antes de dormir, mientras te miro abrazada a tí. 
Gracias por devolverme incluso lo que no sabía que había perdido.

Gracias por sanar algo que no heriste tú.

Te quiero con locura. Una locura que me hace saltar de alegría, que me hace hablar sin parar (bueno eso venía un poquito de fábrica jeje). Una locura que me hace mirarte por las noches sin poder dormir. Una locura que hace que me duela la barriga, que me hace pellizcarme para saber si estoy soñando... 

Y sé que no quiero despertar nunca Vladi. No quiero otra vida, ni otra realidad. Quiero lo que tenemos. Lo quiero con firmeza, con amor de verdad. 

Gracias por devolverme cada día mi inocencia, mi dulzura y a esa niña que se escondió por miedo a sufrir. 
Ya no hay motivos para huir, quiero quedarme siempre, agarrarte la mano y no soltarnos. 

Y hoy, delante de tu familia y amigos quería decirte lo importante que es tu felicidad para mí, lo importante que es verte sonreír y demostrarte que tú también mereces todo lo que me das. 

 Feliz cumpleaños amor 



No hay comentarios:

Publicar un comentario