Fugaz pero infinito

Siempre hay un punto de inflexión.

Ese segundo que lo cambia absolutamente todo. 

Aquella noche oscura del alma. 

Aquel día que se hizo eterno. 

Que dolor irse de donde siempre quisiste quedarte, un minuto más, un intento más. 

Y te niegas a aceptar que nada es real, porque fue como el viento, lo sentí sin verlo. 

La jodida realidad que te sacude sin piedad, los momentos que nunca quisiste que fuesen recuerdos y lo que creíste genuino y se fue. 

Nada está asegurado y ahora ya lo sé. Pero que bonito fue soñar que sí, que quizás sí , ésta vez. 

Ahora toca conformarse con un día a la vez.

Esa parte de tí que escondida se avergüenza, una vez más. 

Ya no quieres ser inocente jamás.

Ya no deseas ser tanto porque está sobrevalorado. 

Ojalá el dolor no fuese tan pesado. Hoy mi única opción es transformarlo en valentía. 

Hay una punzada que se ha instalado en mí corazón, lo curioso es que soy yo quien empuña el arma. Hoy suelto. Suelto el peso de algo que no puedo sostener. Le cedo el puesto a la vida, quién siempre sabe dónde y cuándo sí, sin forzar. 

Gracias por esto que fue fugaz pero se sintió infinito.. de la oscuridad aprendo siempre, buscando la luz, aunque sea a ciegas. 

Gracias, porque aunque sea curioso, se que lo volvería a vivir, en otra vida, en otras circunstancias, sin dolor. 

Mi alma está llena de cicatrices pero ninguna de ellas dejo espacio para la oscuridad. 

En mí no hay odio, yo no aprendí a sentirlo.

La luz siempre ganó y esa siempre renace dentro de mí.

Shock

La gota que colmó mi vaso, ya no me quedan fuerzas porque siento que dejé de encontrar el sentido para fabricarlas. 

Es como si caminase a tropiezos, agarrándome a todo para que no me arrastre el dolor y aún así, eso a lo que temo consigue alcanzarme. 

Te caes, te levantas, te caes, te levantas, si, pero llega un momento en el que ya no puedes más y solo dejas que el huracán arrase con todo y no te resistes y lo sientes tan adentro que se queda instalado y ya será parte de tí. De una nueva personalidad, un nuevo estado, que te deja en pausa aunque la vida siga. 

 

Ese huracán se llama depresión... Y cuando menos lo esperas, llega, te sacude, te dice que no te levantes de la cama y como un títere obediente dejas que ese hilo invisible te dirija. 

Eras esa chica risueña que siempre ha tenido ese consejo, esa fortaleza y la que ha superado todo pero ya no existes, eres otra. Estás inmóvil, sientes vergüenza y ya nada de lo que eras volverá a ser igual, porque sabes que hay cosas que te marcan para siempre y cada daño se ha instalado en mí, dejando heridas que al curarlas dejaron cicatrices y así consecutivamente hasta que sentí que todas ellas se unieron y ya no me queda aliento para repararlas ni para entenderlas, porque... Porque sabes que no es justo y que no mereces todo esto.

Quieres moverte, quieres correr, pero tus piernas no reaccionan. 

 Pocos hablan de lo que sientes al rozar la meta, al sentir que si, que ya no tienes que luchar más, que te puedes relajar...y derrepente vuelves a la línea de salida, sin avisar, sin querer, de la peor manera. 

Caes en picado. 

Estás asustada y te encuentras con todas esas partes que te asustan, con todo eso que decías no es nada, da igual, yo puedo, todo irá bien... Y no. Nada fue bien. Nada. 

Vuelves a sentir que esos monstruos, que esa vulnerabilidad debe seguir escondida, porque nadie abraza tu dolor, casi nadie se queda en la tormenta cuando todo es difícil. Y tú niña interior vuelve a esconderse en su lugar favorito de ese que sabes que nunca debió salir. 

La mejor parte de mí no la encuentro. La perdí y también a mí. Y no hay peor sensación que sentirse perdido. 

Todos los rumbos siempre me llevarán hacia tí

Jamás pensé que fueses tú pero que fortuna encontrarte. Que gran tesoro me das todos los días, me duele la sonrisa pero mas el tiempo que he perdido sin tí. Ahora solo quiero recuperarlo, exprimir la vida contigo como si nunca la hubiera vivido. Volver inolvidable cada momento como si fuese nuestra primera vez. 

Necesito más espacio en mi corazón porque lo que siento reboza y no quiero desperdiciar ni una pizca de todo ese amor que hay dentro de mí. 

Si pudiese llegar a un acuerdo con el tiempo daría lo que fuese necesario para conseguir más. Más vida juntos, más horas y más instantes de esos que se sienten una eternidad. 

Me llenas tanto el alma que incluso cuando siento que ya no puedo amarte más empiezo de nuevo. Y eso amor, es la única monotonía que quiero... Amarte todos los días. 

Nuestro amor es sano, libre, real, auténtico y aunque vengan mil tormentas, te prometo amor que siempre iré a buscar la calma. 

Y habrán dificultades pero prefiero mil de ellas contigo ya que estar sin tí, no quiero. 

Aprendo todos los días que fácil puede ser cuando hay verdad y eso amor, solo me lo has dado tú. 

Gracias por llenarme la cara de lágrimas, pero de felicidad, de emoción por volver a sentir, de paz, de creer estar soñando.

No habrá historia que me guste volver a leer más que la nuestra. 

Gracias por regalarme mi cuento.

Te amo, todos los rumbos siempre me llevarán hacia tí. 

El principio de algo

Nadie te habla de esa sensación.

De esa que llega cuando porfin lo has logrado. 

Esa angustia de sentir si es real. 

Después de tanto dolor, cuando llegas a la meta, realmente no es el final, solo es el comienzo. El principio de algo. De algo que no has vivido. 

Que locura estar así. 

Sentimientos contradictorios.

Sentirte desprotegida, en peligro, alerta.

Preparando un largo camino lleno de calma y aceptación. Aceptar que... si, que merecemos esto que nos está pasando. 

Obligarte a cuidarte del miedo, ese que puede hacerte perder lo que has conseguido. 

Confiar, dejar de estar en una constante angustia. 

Jamás pensé que sentir plenitud me daría miedo. 

No quieres perder ese nuevo estado, en el que te sientes como levitando.

Mi corazón late más intenso pero más lento, es profundo, pero me calma... Enseñándome que la velocidad no era más amor, era dolor.

Pausaron mis latidos pero a veces llegan a toda de velocidad y no puedo controlarlo. 

Que increíble es sentir tanto y no encontrar la manera de hacerlo tangible, de convertirlo en palabras o en un gran argumento. 

Sentirme perdida siempre ha sido síntoma de una nueva oportunidad para encontrarme pero a veces te das cuenta que quizás debes perderte para siempre y construirte de nuevo, otra versión sin dolor. 

Y fue su amor quien me impulsó.

Son todas esas veces que él si me cuidó.

Fue aquella cena a juego con su mirada. 

Quizás las estrellas o todas esas noches escapando de todos y corriendo hacia ti. 

Tus abrazos y la sutileza con la que me acaricias. 

Y a veces pierdo fuerzas y leo esos mil mensajes destacados que me recuerdan porqué te dije que sí, que me recuerdan esas noches en tu sillón hablando de nuestra vida, todos esos intentos fallidos que hicieron esta historia tan real...

23 años. Ya, se lo que están pensando, pero les juro que yo también lo vi así y no recuerdo el día exacto en el que cambié de opinión porque esto se ha construido cada día que hemos pasado juntos. 

Quizás fue la manera en la que me río cuando él me mira o cuando siento que a él le late el corazón al mismo ritmo que el mío. 

Son todas esas cosas que nos hacen uno. Cómo una pieza que encaja sin forzarla. 

Aquella noche en la que me besaste, aquel día de playa, aquella primera cena, esos minutos fuera de tu casa, tus visitas al trabajo, que fueses quién me sacó del dolor...

Le quiero y jamás podré arrepentirme de vivir esto a su lado porque no hay persona que pueda darme ni una pequeña parte de lo que vivo cada día junto a él. 

Y soy más pequeña y es difícil y seguramente lo serán muchos días pero les juro que nunca sentí tantas ganas de que algo funcione, porque dentro de mí siempre será un sí. Sí a todo. 

Sí aunque seas cabezón ( a veces).

Sí aunque hablemos de lo mismo hasta que nos entendamos.

Sí porque solo hay motivos para quedarme.

No hay balanza, todo es bueno y lo que no lo convertimos para que lo sea. 

Peleemos hasta que no les quede otra manera que aceptar que querernos es solo un ejemplo de que si es posible.

Ya me di cuenta, la edad no era el problema. Lo era el frenar algo que estaba destinado a ser.

Eras tú y solo tenía que intentarlo para verlo. Y ahora está tan claro, las nubes grises se esfumaron y aunque hayan días nublados, estamos tranquilos, porque sabemos que siempre saldrá el sol.

Gracias por darme esa sensación antes de dormir, mientras te miro abrazada a tí. 

Gracias por devolverme incluso lo que no sabía que había perdido.

Gracias por sanar algo que no heriste tú.

Te quiero con locura. Una locura que me hace saltar de alegría, que me hace hablar sin parar (bueno eso venía un poquito de fábrica jeje). Una locura que me hace mirarte por las noches sin poder dormir. Una locura que hace que me duela la barriga, que me hace pellizcarme para saber si estoy soñando... 

Y sé que no quiero despertar nunca Vladi. No quiero otra vida, ni otra realidad. Quiero lo que tenemos. Lo quiero con firmeza, con amor de verdad. 

Gracias por devolverme cada día mi inocencia, mi dulzura y a esa niña que se escondió por miedo a sufrir. 

Ya no hay motivos para huir, quiero quedarme siempre, agarrarte la mano y no soltarnos. 

Y hoy, delante de tu familia y amigos quería decirte lo importante que es tu felicidad para mí, lo importante que es verte sonreír y demostrarte que tú también mereces todo lo que me das. 

 Feliz cumpleaños amor 

Soy esa.

Soy esa...

Esa niña que aunque tiene miedo siempre lo intenta una vez más.

Soy quién aún temblando se arriesga.

Soy esa niña que, asustada y llena de vergüenza, te mira a los ojos y te dice lo que siente.. porque podré ser mil cosas pero lo que más me sobra es valentía. 

Soy esa niña que siempre se pregunta porque le pasa esto o aquello. 

Soy quién te da todo su amor sin pedir nada a cambio. 

Soy quién te llena de atención, de mensajes y  detalles. 

Soy de amar a la antigua, de cartas inesperadas...soy de vi esto y me acordé de tí. 

Soy quién sonríe aunque por dentro solo quiera llorar.

Soy odiada por lo mismo que otros me aman.

Soy quién se llena de arena hasta los oídos. 

Soy quién te demuestra todo, de todas las maneras posibles.

Soy quién espera y desespera.

Soy quién ama la luna y el atardecer. 

Soy quién ama los pequeños momentos y los guarda para siempre en su corazón. 

Soy quién ama hacer feliz a los demás.

Soy quién te mira y te lo dice todo.

Soy torpe, escandalosa, dramática y cariñosa. 

Soy muchas cosas y siempre me conozco un poquito más.

Me aterra la idea de no ser elegida qué sentimiento tan curioso para alguien que parece comerse el mundo.

Soy esa niña que pocas personas conocen de verdad... Porqué soy lo que se ve pero mucho más lo que llevo dentro. 

Soy una tormenta de verano y un rayo de luz en primavera. Puedo llorar sin consuelo y reir sin freno. 

Soy los dos extremos. 

A veces me culpo y otras me disculpo.

Pero también soy esa niña que pide perdón por dar tanto, por amar tanto y por ser diferente. A veces soy inseguridad. Deseo con todas mis fuerzas ser de otra manera, porque siento que no funciona nada en mi vida si sigo siendo así... Pero luego me doy cuenta que es inevitable ser yo... y menos mal. 

 A veces dudo de si lo estoy haciendo bien...pero doy media vuelta y me doy cuenta de que por mucho que pase, jamás podré dejar de ser esto, de ser yo, con mil defectos y una locura inexplicable.

La chica sonriente

Siempre sonriendo.

Su risa se oye a kilómetros y el dolor retumba en su interior. No se notó, que valor para pintar lo que nadie vió. 

Un día más se transformó y que bien, volvió a salir el sol, seguimos, podemos, ya lo hemos hecho en otra ocasión. Pero la soledad conoce esa versión, la verdad a quién quiero engañar, los días más bonitos estuvieron llenos de nubes grises.

La chica sonriente que pelea con su mente. 

La chica sonriente, que fuerte es, ojalá vieran algo más que la fachada, porque lo mejor de ella es lo que no se puede ver, decorada con colores, y vestida de recuerdos, recuerdos que esconde en su almohada. 

La chica sonriente, la de los ojos brillantes, nada es tan gratificante como lograrlo por un instante. 

Será que se olvidó como sonreír sin fingir, porque lo mejor era seguir, decir que lo iba a conseguir. 

La chica sonriente quién tiene tanto en su interior, pero jamás saca el valor de soltarlo. 

La chica que solo quiere dejar sus miedos, sentirlos y combatirlos.

La chica que siempre sabe escuchar pidiendo a gritos cuando le toca soltar.

La que siempre te podrá consolar. 

La chica que tiene más tristezas que alegrías, la chica que se esfuerza en mejorar y lucha con la certeza de poderlo lograr. 

La chica llena de nobleza que sólo tiene ganas de amar, de sentir paz. ¿Será que esta vez lo vas a alcanzar?

La chica que quiere sentir que la elijan.

La chica sonriente que espera algún día poder ser todo lo que piensan de ella. 

La chica que quiere sentir que nunca más se van a ir. 

La chica que espera recibir algo más que algún día quizás. 

La chica sonriente que no puede más.

La chica que se olvidó de recoger los pedazos de su corazón y construyó un caparazón, para no dejar entrar el sol.

Dónde aprendió a amar la oscuridad, para que no la puedan dañar. 

Un caparazón lleno de dibujos de los dos, lleno de sonrisas que parecen tan reales, que disfrazan los males. 

Un caparazón donde se escucha en bucle esa canción. 

La chica sonriente que le dice a su niña interior que aún queda algo más de valor, que no se rinda, porque habrá un día que su risa también haga eco en su corazón. 

La chica que susurra que la vengan a abrazar.

La chica que necesita sentir que la cuidan de verdad.

La chica sonriente que siempre será especial aunque a veces sea frágil como el cristal.  

Sanar

En mi interior hay tantas heridas, que son más las grietas que paredes lisas. 

Rendijas por donde entra algo de luz, pero muestran que tan oscuro puede estar dentro. Un ligero calor que secó y unas sombras que llenaron de frescor. 

Mi oscuridad lucha cada día por convertirse. No quiero rendirme. 

Aquí dentro no existe el tiempo. Aún siento ese amor que me dejó sin aliento. 

Ese ardor que es mi motor. Porque ¿Qué somos sin amor? ... 

Aprendí tanto del dolor. Será por el tiempo que vivió en mi interior, se acomodó, encontró su rincón... Y me dió la razón.  Nada es casualidad...Ni siquiera la probabilidad de que saliera mal y la certeza de que siempre nos volviéramos a encontrar.  

Pero el amor me enseñó que puede darme infinitos e instantes, con la misma intensidad. Que no se puede medir la manera de sentir. Me demostró que hay lugares que siempre vivirán dentro de tí, para enseñarte donde es tú hogar y que rumbo seguir. 

El amor siempre está. 

El amor abraza el alma. 

El amor sana pero también daña. 

No quiero un mundo sin dolor.

Quizás tú olor si dolió pero sanó. 

Sólo sé que sin tí no hubiera encontrado el amor.