Cuando llegas a ese punto que dijiste que nunca permitirías.. querer perder la vida, te planteas muchas cosas, piensas que es tu culpa, te sientes poca cosa, no duermes, no dejas de pensar, no comes, te miras y nada tiene sentido, un día más, una careta nueva, un estoy bien" , estoy cansada", otro no te preocupes" lleno de gritos mudos.
Estar tan decepcionada y derrotada que prefieres irte, huir de todo.
Intentas sacar esa fuerza pero maldita sea, me ha robado hasta eso.
No entender porque es capaz de hacerte tanto daño, creer que quizás merezcas todo eso.
Sabe que me ha destruido, pero no hasta que punto..porque ni yo creía que se podía estar así.
Creí en sus ojos y me quedé ciega,
Confíe en su palabra y no eran más que mentiras disfrazadas.
Lo quise como debería quererme a mi.
Lo que quizás me tortura más es el ver alfin que todo era una mentira, que no me quería y que es tan frío y calculador para decirte lo que quieres oír con tal de tenerte ahí, que es capaz de hundirte, usarte, jugar, e infinidad de barbaridades que para él son su pan de cada día.
No habrá dolor parecido a este, porque no permitiré que nadie más me arrebate las ganas de seguir, que nadie más me arrebate mi dignidad y mi valor.
A veces se cierra una puerta y se abre el universo entero...
No hay comentarios:
Publicar un comentario